El derrotero del gringo loco
EXISTE una vieja tradición ariqueña que narra el caso de un extraordinario inglés que en dos ocasiones diferentes vivió en aquel lugar. Pero lo más importante de su paso por esta vida fue la estela de leyenda que dejó tras de su muerte. Sepultado ya, fueron muchos los que quisieron desentrañar el misterio de lo que se dio en llamar “El derrotero del gringo loco”. Allá por el año 1883 o 1884 llegó a establecerse en Arica un simpático inglés llamado Tomas O´Ryan. Se suponía que era médico o algo parecido. Se trataba de un hombre bondadoso y cordial que exhibía un profundo sentido religioso. Oía misa casi todos los días y le gustaba conversar con el cura. Explicaba él su devoción relacionándola con los padecimientos que le provocaba una antigua herida recibida en la última rebelión de Irlanda. Pues bien, “míster Tommy”, como lo llamaban los pilluelos de Arica, se vio obligado un día a tomar una resolución. Le habían hablado maravillas de unas aguas termales curativas que existían en el su